"Cada uno de nosotros somos la expresión del macrocosmos, somos un microcosmos de esta inmensidad". Comprender esto nos da amplitud mental.
Nuestra mente tiene mucho poder. Su órgano es el cerebro: un increíble ordenador, billones de neuronas y millones de conexiones dirigen y almacenan toda la información que reciben los sentidos. También está la memoria de las experiencias pasadas. Muchas de estas determinarán cómo reaccionaremos en nuestra vida. El sistema límbico y los impulsos nerviosos actúan según lo que tenemos grabado y hacen que nuestro cuerpo/mente responda de forma automática con lo que ya está determinado por nuestro condicionamiento.
El poder de la mente es totalmente necesario para encontrar el equilibrio de lo que somos, humanos y divinos.
Nuestra mente se mueve a través del tiempo y del espacio. Vamos aprendiendo a potenciarla. Así es como ha ido evolucionando la manera de pensar de la humanidad a lo largo de los siglos. A medida que se ha ampliado la consciencia humana, los conocimientos que hemos ido adquiriendo han ido creciendo.
Saber controlar la mente nos da poder. Hacer que sus resultados sean constructivos es sabiduría.
El principal aprendizaje del ser humano es saber dominar la mente, no dejar que nos domine. La mente tiene que estar a nuestro servicio. La felicidad que buscamos radica en saber cómo pensamos, y que el pensamiento nos permita ser libres. No podemos vivir aferrados a las cosas, ni al pasado. Es necesario aprender a liberar la mente tanto de lo positivo como de lo negativo. La práctica para superar a los contrarios es muy importante, porque nos lleva a practicar la agilidad mental propia. Es la base de este trabajo. Esta práctica viene incluida en el método del yoga Nidra de Sw Satyananda. Nos lleva a flexibilizar los pensamientos y sus estados, y a tener la facilidad de no aferrarse, ni al placer ni al dolor, ni a la juventud ni a la vejez, ni al bien ni al mal, y así con todo lo que se nos presenta a cada momento.
Ningún contrario es bueno ni malo. Es el cierre mental lo que no es bueno. Hay que encontrar nuestro equilibrio en cualquier contrario. Es una manera de equilibrar nuestros dos hemisferios, lo que nos lleva a no vivir ni en un lado ni en el otro, a no vernos atrapados; es aprender a pasar del uno al otro y encontrar las circunstancias propicias que nos permitan encontrar el equilibrio. De la misma manera que cada día vivimos la noche y el día, y no podemos renunciar a ninguno de los dos, ya que tanto la noche como el día son necesarios para nosotros y para la vida en nuestro planeta. Así son los contrarios en nuestra vida. Si sabemos equilibrarlo, todo estará a nuestro servicio y todo será armónico. Si conocemos el funcionamiento de nuestros chakras, sabremos más de nosotros y cuál es nuestra fortaleza y debilidad en cualquier situación. No es fácil poder seguir toda la amplitud y profundidad que comprende el yoga. Nuestra cultura empieza ahora a interesarse por esta ciencia milenaria.
En este momento vemos la necesidad de la energía para vivir. Todo lo que usamos necesita energía. Tenemos baterías para todo y el problema de muchas cosas es, de hecho, que cuesta encontrar una batería que almacene la energía suficiente. Por ejemplo, una batería que permita a un coche eléctrico recorrer muchos kilómetros. Antes de salir de casa, miramos si nuestro teléfono está cargado. Nos es tan útil para conectar con el mundo que casi es imposible salir sin él. No más que una diversión, ahora ya es una necesidad. Pero lo más necesario es saber cómo conducir nuestra energía, cómo cargarla conscientemente. El problema es que no tenemos suficientes conocimientos sobre cómo hacerlo. El yoga nos explica cómo profundizar para conocer más sobre el ser humano. Tiene conocimientos y caminos de miles de años para encontrar nuestro equilibrio. Hay yoguis que lo consiguen: son los grandes maestros o grandes Swamis. No todos tienen la misma intensidad pránica ni las mismas cualidades, que expresan con su actitud en la vida, pero sí que han adquirido todos una mayor calidad de consciencia.
"Tengamos también claro que no solo el yoga ha encontrado este camino. A lo largo de los siglos, ha habido muchas personas que, con gran apertura de conciencia y sin haber conocido el yoga, han encontrado el camino de la unidad, de la armonía. Han sido grandes personas, santos, sabios, maestros, religiosos, etc., que, con su trabajo, han contribuido a la evolución de la humanidad. En la vida, hay muchas personas que sobresalen. Son individuos que vencen los obstáculos y ayudan a la especie humana a avanzar en conjunto con lo que hacen. Por la forma en que lo viven, aportan un desarrollo a la humanidad. Son grandes personas, la historia está llena de ellas. Son personas que, hagan lo que hagan en cada momento, lo hacen con el alma, y son felices viviendo la vida y actuando. Viven en estado de contentamiento. Hay, ha habido y va a haber siempre. Son millones. No hace falta verlos en las noticias del día. Actúan porque han encontrado el propio equilibrio. Se conocen porque hacen las cosas bien y se sienten bien actuando de esta forma. Porque saben buscar dentro de sí y dejan fluir la vida, y su entorno crece."
Comments